Pensé que no llegarías nunca… Tu tren se estaba tardando más de lo normal. Pero finalmente llegaste cuando ya casi me marchaba de la estación y dispuesta guardar nuevamente mi corazón en las maletas y así nadie le dañara. Me miraste, me jalaste de mi brazo y de pronto me encontraba ya envuelta en tus brazos y susurrándome -¡¿A dónde vas?!- Quedé algo perpleja por la energía con la que venías, pero al alejarme de tu pecho en donde tu corazón parecía estar haciendo fiesta de lo fuerte que lo sentía y ver tu mirada llena de amor que dije para mí -¡Llegaste, eres tú!-
Al verte un poco más detenidamente te vi con montones de maletas y me causó gracia, me preguntaste porque reía y muy propio de mi te respondí casi sin darme cuenta de lo que decía -¡¿Qué tanto traes en esas maletas?! ¡¿Te quedas de por vida o qué?!- Me miraste algo confundido y sin más me respondiste -¡Todo lo que dure la tuya amor!- Podría haber muerto ahí mismo con aquella frase, pero no habría disfrutado nada de ti a mi lado, nada de mí a tu lado. Venías con tus maletas cargadas de amor y esperanza para mí.
Definitivamente nadie entiende al amor y menos al corazón, en tan poco te has vuelto más que mi mitad, en mi todo sin más. Te quiero, te amo con locura, con anhelo, con esperanza y con deseo… Todo lo que pienso es en mis días junto a ti, en mis minutos a tu lado escuchándote, en mis segundos respirando lo mismo y viendo todo junto a vos.
Gritaría, pero me quedaría sin voz para hablarte…
Lloraría, pero me quedaría sin lágrimas para emocionarme…
Reiría, pero de seguro los labios se me acalambrarían…
Me gusta tu voz de nene pequeño, porque se complementa con la mía. Me gustan tus “Te amo” que se mezclan con el aire que circula a mí alrededor. Me gustan tus berrinches, porque recuerdo que aun soy una nenita. Me gustan los momentos a tu lado, porque así cada vez te haces más parte de mí. Me gusta cada cosa de vos, porque al ser imperfecto como decis, sos perfecto para mí o juntos somos la perfección.
Por eso y por más a tu lado quiero estar siempre y ya sé que todas aquellas maletas que traías eran cargadas de amor y cosas bellas que pasar y ahí mismo depositar todas las penas que cada uno pase y se queden ahí y no regresen más.
Te amo y llegaste en el tren adecuado y nunca retrasado amor.