domingo, 28 de noviembre de 2010

» cOma...«



...Recostado sobre una cama sin abrir los ojos es como te encuentras hace ya casi 2 meses...
Tomo tu mano y una frialdad se apodera de la mía. Lentamente tu mano recibe de mi calor, pero este no alcanza a inundarte todo el cuerpo. Sigues frío
No te mueves, solo se infla tu pecho producto de tu que corazón por alguna razón necesaria de aire y los pulmones mandados comienzan a recolectarle...
Te observo durante largos minutos que se devoran la luz que entra por la ventana.
Estás pálido, tu cara no presenta expresión alguna, es sombría por momentos, es irradiadora de paz por otros, depende de la luz que te llegue a esa carita de nene que siempre haz de tener.
Duele, duele verte así..., te hablo de amor, de todo lo que siento por vos, de las incontables veces que he llorado amargamente y en otras de solo felicidad al oír de tus labios emanar un te amo por mi.
De las noches en que te robas mi alma, la sacas por la boca con un beso y cual ladrón a urtadillas, buscas un rincón y disfrutar de lo robado.
De esos sueños en donde de alguna forma esras minimamente presente, en algunos sos el actor principal y en otros nada más que un mero espectador, pero ubicado en la mejor posición casi sintiendo lo que pasa la protagonista (en este caso yo)
Te bebes el néctar de mis días, el dulzor de mis miradas, te impregnas del color de mis sentires, pero lo más triste es que no lo sientes, ya no me sientes, no sentís nada.
Sigues sin hablarme. Tu voz se ha apagado... procuro no llorar, aun sabiendo que no me vez, pero algo me dice que me podrías sentir, asique procuro no hacerle. Tu mano ha recobrado un poco de tu calor normal y me alivia saber que en eso al menos te puedo ayudar.
Cuantas veces añoré estar siempre a solas contigo y tenere solo para mi, pero estas impávido a cada acto que pueda hacer por ti...
Te repito tanto mentalmente como en susurros, a veces a media vos y otras cuantas en gritos desesperados que te amo con locura, casi al borde de la desesperación y con miedo de no hacerte feliz. Este miedo es el que se ha apoderado de mi corazón y en donde ya se erradicó, echó raíces y hasta que necesite de la última gota de aire y así dar el aliento final no se irá de mi jamás.
Es inútil, puedo llorar sobre ti, besar tu piel procurando que mis labios absorvan el frío de tu cuerpo y yo comerle aun así sabiendo que me dañará mi alma y nada pasa contigo.
Por sorpresa abres los ojos y busca tu mirada identificar el lugar de alguna cara familiar, me pongo a tu lado, donde tu mirada se encuentre con la mía empañada de lágrimas de saber que estas..., pero al instante en que ya nuestras miradas se juntaron y deberían formar una y que me sonrías al ver que no he dejado de ser tu "enana llorona", no tiene luz alguna la pupila de tus ojos. Aterrada descrubro que no me ves, corro a tomarte la cara entre mis manos y éstas pasan de largo, te traspasan, no pueden tocarte y por ende vos no me sentís a tu lado. Tiemblo, se me viene un muro encima y casi termina por aplastarme sin piedad alguna. Vuelvo a abalanzarme contra tu pecho y le golpeo reclamandote, casi balbuceando debido al incesante llanto..., el cual termina haciendome terminar en estado de shock y ahora ser yo quien ya no sepa nada, solo balbucear toscamente preguntas absurdas, sin respuesta alguna o de plano sin respuestas lógicas...
No hago más que preguntar...  

...¡¿Me olvidaste?!...
...¡¿Tanto te daña tenerme cerca?!...
...¡¿Qué hice?!...
...¡¿Pasará?!...
...¡¿Me amas?!...
...¡¿Te amo?!...
...¡¿Nos amamos?!...
...¡¿Nos amamos lo suficiente?!...
...¡¿Basta con ello?!...

Se repiten y no dejan de repetirse... y no alcanzo a responder mientras las ideas de mi cabeza se unen y forman otra pregunta más...
Te vas dejando la habitación... dejándome sumida ahora en un mundo sin color alguno, sin aroma por percibir, sin objeto por contemplar... eh quedado sola en una caja de cristal, donde todos me ven, quieren estar conmigo y yo cegada de vista y mutilada de alma no los veo ni siento...
Me ahogo en mis propias lágrimas y creo que a veces lloro con más ganas al saber que éstas podrán fin a todo... y tanto vos como yo no sufriremos más...