martes, 22 de mayo de 2012

21 (+1)


Sentada en un sofá con un buen libro en manos que ya surtió efecto, provocando ese sueño esquivo en la noches, siento una pequeña manito acariciar la mía.


-¡¿Mami?!-

Una dulce y tierna voz me trae de nuevo a este mundo y dejar nuevamente el descanso para después. Parado junto a la abrazadera del sofá jugando con mis cabellos la misma pequeña manito se entretiene mientas ansioso espera que abra mis ojos y pueda reunirme con él. Gustavo me ha despertado finalmente.

-¿Qué sucede mi amor?-
-Papi esta solo, quiere estar contigo, pero estas como triste... ¿Qué te pasa mami?-
-Cansancio mi amor, pero ya pasará, te lo prometo.-

Gustavo acaricia mi mejilla evitando que una pequeña lágrima llegue a destino en uno de los contornos de mi cara.

-Sé que estas cansada mami, pero tienes que ser fuerte, te necesito y papi también.-
-Creí que ya no querías venir conmigo, que no querías que fuera tu mami...-
-Claro que quiero venir contigo, pero tienes que ser fuerte...-

Con sus pequeñas manitas abre mis brazos y busca acurrucarse en donde su cabecita pequeña llena de risos color castaño se siente mejor, cerca de los latidos del corazón.

-Créeme que trato de serlo, pero el que tu no vinieses me tenía muy triste mi bebe-
-Mami, tu sabes que me tienes aquí (tocando mi frente) y aquí (ahora tocando mi pecho, cerca del corazón), aun no llego contigo porque no es el momento, pero no te dejaré...-
-A veces siento que solo eres producto de mi imanación mi amor..., perdóname (entre sollozos)- 
-Yo sé lo que sientes, pero te haz preguntado que si soy algo producto de tu imaginación, cuantas cosas no haz pensado, deseado y hecho realidad?!-
-Si tu me dejas, creo que ahí si se me acaba la vida-
-¡¿Y mi papi?! ¡¿Lo dejaras?!-
-No quiero dejarlo, pero a veces que él esté lejos me deprime...-
-Mami, te ves tan triste, como que la penita te está consumiendo-
-Tranquilito bebe, pasará, siempre pasa mi amor-
-Ya casi no hay brillo en tus ojitos y si lo hay es porque tienes lágrimas-

Traté de apartar los sentimientos de pena y soledad de mi mente para que Gustavo no me viera llorar, aunque era evidente que esto había sucedido antes, mis ojos estaban hinchados, algo enrojecidos y claramente cansados. Abracé lo más fuerte que pude a mi pequeño, puede ser producto de mis pensamientos o no, pero en ese momento sentía tan fuerte su corazón y calor que impedía siquiera pensar que no era real. Inspiré un leve olor a manzanilla desde sus cabellos rizados y sus tiernos ojos color del tiempo trataban de mandarme esa esperanza y entereza que necesitaba.


-Mami, papi te quiere mucho, puede que no te diga muchas veces sus cosas y tu te molestes por ello, pero lo conoces (suspira), es igual de terco que yo-
-Ja, ja, ja-
-Sonreíste (besandome la mejilla dulcemente), ves lo linda que te luces sonriendo-
-Para ti luciría bella aun toda sucia, eres adulador igual a tu padre-
-Te lo decimos porque es verdad, solo que tu no te lo crees... (sonriendome dulcemente) ¡¿Me prometes algo?!-
-Si mi amor, lo que quieras-
-¡¿Vas a luchar verdad?! (mientras asiento con mi cabeza) Prometeme que seras fuerte, que trataras de que la pena no te inunde el corazón, lucha por mi mami, lucha porque llegue junto a ti, junto a papi, para que estemos los tres...-
-Te lo prometo mi amor...-


Gustavo se duerme entre mis brazos, luego de darme un beso en la nariz y acurrucarse entre mi cuello y brazos. Una paz se apodera de todo el ambiente, es una pequeña parte de mi que le habla a la otra. Un trozo de mi corazón vuelve lentamente a hacerse sentir en el cuerpo. Un poco de la pena se borra, se mimetiza entre un sinfín de otros sentimientos y me sumo en un sueño del que Gustavo se quería hacer parte.


"Gustavo volvió, trayendo un poco de fuerza y a borrar lágrimas que el corazón estaba absorviendo. Me llegó un poco de fuerza para luchar, para no bajar los brazos ante todo lo malo que a veces se acumula. Le prometí luchar, por mi, por ti, por él... Prometí luchar por estar juntos los tres y así esperar a Camila, que aun vuela libre y no ha venido a peinar sus cabellos y que le haga trenzas adornadas con flores, como siempre lo hacíamos antes de que dejara de venir..."